LA EXPERIENCIA EN CASA ANDINA STANDARD MACHU PICCHU

Autor y Fotos: Checklist Viajero

Después de un mágico viaje en tren arribamos al pueblo donde comienza la aventura hacia nuestra maravilla mundial.

Con las mochilas al hombro salimos de la estación de trenes y en solo cuatro minutos de caminata llegamos a la puerta del Casa Andina Standard Machu Picchu, el hotel donde pasamos la noche previa al encuentro con nuestra maravilla mundial.

El edificio está ubicado al pie de los rieles del tren y junto a varios locales comerciales. Muy cerca a la plaza, a la parada de los buses que suben a Machu Picchu y a todo, porque el pueblo es pequeño. Se puede recorrer tranquilamente en un par de horas.

El hotel cuenta con 53 habitaciones de tipo tradicional, superior y junior suite. Todas implementadas con cómodas camas, un pequeño escritorio, televisor, caja de seguridad y conexión WiFi gratuita.

Lo mejor de la estadía

Romualdo Juskca fue el encargado de darnos la bienvenida y llevarnos a la habitación doble, del quinto piso, que nos sorprendió con una impresionante vista al río Vilcanota.

Ni bien abrió la puerta, dejamos nuestras cosas y nos fuimos a mirar por el enorme vidrio. Fotos, videos, historias en las redes sobre la espectacular panorámica. No dudamos en abrir la ventana para sentir el rumor del río, el viento y la magia de Machu Picchu.

Aquella noche descansamos con el ‘black out’ abierto de par en par para no perdernos el amanecer. A la mañana siguiente, una nube cubría parte de la montaña verde que estaba del otro lado del río. Quisimos quedarnos un rato más, pero era momento de comenzar con la jornada.

Además, algo muy bueno nos esperaba en el restaurante. Leímos excelentes opiniones del desayuno en páginas de viajes como TripAdvisor y Booking. Las expectativas eran grandes.

Elegimos una mesa con vistas al río. De pronto apareció el jefe de cocina, Gilmer Mayta, para consultar si se nos antojaba algo que no hayamos encontrado en la mesa del buffet. Después de tomar el pedido, hizo lo mismo con cada uno de los huéspedes que llegaban a desayunar. ¿Su misión? Complacer paladares.

Pero el plato fuerte estaba a 30 minutos en bus. En un lugar sagrado, regido por dos imponentes montañas. Entre laberintos empedrados que conectan terrazas agrícolas, templos y plazas. Una llaqta inca que es patrimonio y una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno: Machu Picchu.

RECOMENDACIÓN

Milagros Vera bloguera de Checklist Viajero, te sugiere quedarte al menos una noche en el Casa Andina Standard Machu Picchu: “Elige las habitaciones de los últimos niveles para que el ruido de los trenes pase desapercibido. Y si puedes, reserva una con vistas al río”.