La mejor manera de conocer un destino es visitando su mercado. En este lugar se puede ver a los locales interactuando, probar los productos oriundos, oler sus aromas y descubrir sus costumbres.
El más famoso de Cusco es el de San Pedro. Está ubicado a solo cinco cuadras de la Plaza de Armas, frente a la antigua estación de trenes y a la iglesia homónima. Fue construido en 1925 y se caracteriza por tenerlo todo: panes tradicionales, sal de Maras, café de La Convención, hierbas milenarias, cuyes, artesanías y más.