Y es que nuestra tradición gastronómica tambien aplica en repostería, que desde épocas de la conquista española, con la introduccion de la caña de azúcar en América y, posteriormente la construccion de muchos conventos y monasterios en todo el pais, fue formando una cultura gastronómica que hasta hoy es muy reconocida. ¿Se han puesto a pensar en los dulces que tenemos y las fusiones que se han logrado a lo largo de la historia? Pues aquí les mostramos un breve repaso de lo que son estos riquísimos postres antiguos que han sido nuevamente reconocidos para nuestro deleite, en pastelerías y restaurantes.
En la actualidad seguimos creando e innovando en la variedad de postres con insumos locales a lo largo de nuestro rico país. En cada carta de los restaurantes de Casa Andina encontrarás postres deliciosos que rescatan los ingredientes de nuestra cultura ancestral como el crocante de lúcuma, un innovador merengado de chirimoya, tocino del cielo, roll de papayita arequipeña y más que en otra nota te mostraremos cómo disfrutar!
El Maná
Tradicional postre de convento elaborado con yemas de huevos. Se preparaba desde la época de la colonia por monjas españolas que conocían la cocina de las moras y que a su vez, transmitieron esos conocimientos a las novicias criollas, a las sirvientas indígenas, a las esclavas negras y a niñas de familias acaudaladas que eran enviadas a conventos para su educación.
El Arroz Zambito
Se originó con el popular arroz con leche, postre con influencia europea, al cual se le agregaron ingredientes como coco rallado, chancaca, nuez y cáscara de naranja. Su nombre se refiere al color oscuro que adquiere el postre debido a la chancaca.
El Ranfañote y el Sanguito
De origen popular, se creó en los primeros años de la fundación de la ciudad de Lima fue considerado como un dulce ordinario por las clases altas.
Por otro lado, el Sanguito, un dulce muy antiguo del Perú a base de harina de maíz, es cada vez más difícil de conseguir. Fue muy popular durante el siglo XIX, siendo vendido por las famosas pregoneras (vendedoras ambulantes de la época) que menciona el tradicionalista Ricardo Palma.