Descubre la hermosa ciudad de Puno.
En los contrastes que nos ofrece la cordillera andina, con montañas, cañones y desniveles que alcanzan alturas de vértigo, sorprende la infinita horizontalidad del Altiplano.
Ubicado por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar, Puno es uno de los principales destinos turísticos del Perú. El lago Titicaca marca la personalidad del departamento, convirtiéndose en el principal atractivo del lugar.
El volumen de agua, más de 8,500 km2 y una profundidad máxima de 285 metros, crea un microclima especial que ha permitido la domesticación de especies hace miles de años, como camélidos, cereales y tubérculos andinos.
En sus orillas nacen flores de todos los colores, la temperatura no es tan extrema como en otros lugares de la sierra, y la belleza de sus amaneceres y atardeceres cambia cada día, ofreciendo espectáculos únicos a quien la contempla.
En el lago hay unas 40 islas de diferentes tamaños, repartidas casi a partes iguales entre Perú y Bolivia. Algunas están deshabitadas, en otras viven comunidades de agricultores y pescadores, también hay grupos de pequeñas islas flotantes que forman los Uros, y en otras, como Taquile, se elaboran tejidos de alpaca que están reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. El lago y sus islas son los principales atractivos del destino, pero el departamento de Puno guarda tesoros únicos en el Perú.
A 20 minutos del aeropuerto, se encuentra Lampa, la Ciudad Rosada, que conserva dos réplicas idénticas de La Pietá de Miguel Ángel. Cuando dañaron la original que se encuentra en el Vaticano, los restauradores italianos llegaron a Lampa a terminar de definir las medidas y detalles para su restauración.
En Lampa, localidad emblemática en el comercio de la plata en la época de la Colonia, se conservan casonas con paredes de arcilla de colores en cuyos patios interiores hay tableros en piedra de los juegos de la oca y las damas. Todas miran a la Iglesia de la Inmaculada Concepción, levantada en piedra. Cerca de Lampa se encuentra Ayaviri, capital ganadera del departamento y donde es inevitable hacer una escala para comer los cancachos de cordero que prepara la Tía Julia en su pequeño restaurante de la Plaza de Armas.
Durante el camino, podrás observar las Puyas, una enorme flor de hasta 4 metros de alto que conserva unas 10 mil florecillas blanco amarillas. La flor más grande del reino vegetal se poliniza por el ave más pequeña, el colibrí, que revolotea entre las plantas para consumir su energético néctar.