Desde tiempos inmemoriales Trujillo ha sido un lugar sui generis donde la naturaleza y la cultura se han desarrollado en cautivadora armonía para disfrute de todos los que se animen a visitarlo.
Rodeada por desiertos y valles, mares y ríos, lomas y cerros, la ciudad de Trujillo se ha mantenido desde su fundación como el punto central del norte del país. Aquí se puede encontrar de todo gracias a una gran diversidad de atractivos y contrastes que caracterizan a la capital del departamento de La Libertad.